Buscar empleo genera estrés, tanto o más que, en muchas ocasiones un trabajo, pero en este post no deseo abundar sobre sus síntomas ni sobre sus consecuencias, deseo reflexionar, más bien, sobre el estrés añadido que provoca el proceso de preparación al que ha de someterse un desempleado para iniciarse en el tortuoso camino de la búsqueda de empleo.
En efecto, a tenor de lo que estamos observando, para buscar empleo hay que estar formado y preparado, esto es, debemos adquirir una serie de conocimientos, habilidades y desarrollar unas competencias sin las cuales, no se logrará tan ansiado objetivo.
Actualmente la persona desempleada no sólo ha de preocuparse de de buscar empleo, además tiene que “saber” hacerlo.
Ya no es suficiente tener un buen curriculum. No, ahora el curriculum ha de ser “de impacto”, pero previamente habrás de haber elaborado tu “plan de acción” y desarrollado tu “marca personal”. Para ello, te habrás diagnosticado mediante un “DAFO”, analizado y descrito tus logros y aquello en lo que te diferencias. También debes tener un buen “perfil digital” y “presencia activa en las redes sociales”, sin olvidar hacer “networking” y dominar tu “storytelling”.
Porque tienes que saber venderte, comunicar, diferenciarte, contar tus logros, estar donde y cuando hay que estar, presentarte, decir quién eres, qué sabes, cómo lo haces, qué ofreces, cuándo, dónde y por cuánto y todo ello en lo que dura un trayecto en ascensor de 10 a 60 segundos.
Ahí parece que reside el éxito a la hora de buscar empleo -la preparación- lo que se ha convertido para muchos desempleados, que se encuentran por primera vez en su vida ante una situación desconocida ya que siempre habían tenido trabajo y en un momento donde existe mayor ofertantes de empleo que demanda, en un estrés añadido.
El éxito a la hora de buscar empleo reside en la preparación
Cursos, talleres, conferencias, sesiones de orientación laboral, coaching y un largo etcétera, podemos encontrar con solo escribir en un buscador la frase “cursos búsqueda de empleo”. Algunos muy buenos, otros buenos y otros no tan buenos.
He podido comprobar cómo han surgido empresas, consultoras, academias, coaches y “gurús” de diferente pelaje que han encontrado un filón de oro al albur de esta desgraciada situación. Hoy en día, se pueden llenar auditorios de personas con talento, desorientadas, ávidas de aprender cómo buscar empleo de forma eficaz y también se pueden llenar auditorios de supuestos “expertos” que venden sus fórmulas mágicas para encontrar empleo.
En ocasiones, los cursos, talleres y otras acciones que deben estar encaminadas hacia la orientación laboral, facilitando la tarea a todas estas personas, está degenerando en desorientación, confusión y sensación de estar más “perdidos” en este maremágnum de talentos a la caza de una entrevista de trabajo.
Existen muy buenos profesionales con los conocimientos y las metodologías adecuadas que verdaderamente sirven, ayudan y facilitan a la persona desempleada las herramientas necesarias para encaminarla hacia esa búsqueda activa de empleo o como también se ha dado en denominar la transición profesional.
Las administraciones deben verificar la profesionalidad de quienes imparten cursos públicos de búsqueda de empleo
Demando a las administraciones públicas, principales contratantes de estos servicios, que verifiquen la profesionalidad de cuantos proveedores tengan en sus manos una tarea tan delicada, teniendo en cuanta la vulnerabilidad y el especial estado de ánimo en el que, por lo general, se encuentran las personas desempleadas, que cuiden mucho de que realmente orienten y ayuden y por el contrario no supongan un aumento del ya por sí elevado estrés existente en ellas.
También sugiero a las personas que acuden a orientarse en la búsqueda de empleo que exijan profesionalidad, que evalúen la calidad del aprendizaje adquirido, en términos de utilidad, de cambio actitudinal y en definitiva de las expectativas que hubieran puesto en dicha formación.
En el próximo post hablaremos de cómo evitar este estrés añadido.
Cuanta razón tienes. Sería interesante investigar como, algunos desaprensivos, han montado su negocio a costa de los que se encuentran en esta situación.
Hola Juán Carlos,
Ya lo dice el refrán «A río revuelto, ganancia de pescadores». La mejor forma de evitar estas situaciones es reclamando cuando asistimos a eventos o acciones formativas inadecuados.
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me gusta este articulo, precisamente me encuentro en esta situación y al ver que pasan los días la verdad si te sientes un poco desorientado y a pesar de hacer tu DOFA después de un tiempo ya ni sabes lo que quieres ni para que eres bueno solo quieres que llegue el tan anhelado empleo.
Hola Jadyd,
Te sugiero que a partir del DOFA, establezcas acciones que, por un lado permitan aumentar tus fortalezas y aprovechar las oportunidades, así como minimizar o eliminar las debilidades y amenazas. No pierdas tu rumbo, nadie mejor que tu sabe lo que eres y lo que vales, pónlo en valor.
Un saludo cordial
Aurora Ramos