No se puede controlar lo que ocurre a tu alrededor pero si evitar que te afecte, intentar controlar esa primera emoción, ese primer pensamiento negativo que nos invade.
El tiempo va pasando durante tu travesía buscando empleo. Y aprendes de todo. Te das cuenta de que te vas conociendo mejor a ti mismo. Aprendes a hacer cosas que no hacías, a valorar mejor el tiempo, a reciclarte, a fijarte mejor en detalles que antes pasabas por alto.
Soy consciente de que cada despido es un mundo y, por supuesto, que aquí hablo solo de mi caso personal. Si a alguien le sirven estas experiencias, pues mejor que mejor, pero no es mi intención dar consejos.
Estos días, al ampliar mi red de contactos en Linkedin tras mi despido, me he encontrado con varias personas que, desgraciadamente, ya no están entre nosotros.