Un Nuevo Liderazgo para los Nuevos Tiempos

Hace unos meses, al inicio del confinamiento, tuve la oportunidad de dar una charla a un equipo de dirección de una empresa cliente. El objetivo era realizar una reflexión acerca de cómo la situación en la que estábamos podría afectar a la empresa a corto y medio plazo. Al inicio de esa charla, y después de analizar el impacto que COVID-19 estaba teniendo ya en esos momentos, hice la siguiente pregunta:

“¿Cuál creéis qué será el estilo de liderazgo que necesite vuestra gente después del confinamiento? “

Después de un largo silencio, hubo varias respuestas; entre ellas dos hubo dos que me llamaron especialmente la atención:

  1. “No me lo había cuestionado nunca”
  2. “¿Por qué se va a necesitar un nuevo estilo de liderazgo? Esto es un paréntesis y luego todo volverá a la normalidad”

Estas respuestas reflejan la posición en la que muchas personas, tanto a nivel personal como a nivel profesional, hemos o han podido decidir quedarse: en aquella que implica aguantar y resistir para luego volver

Y, sin embargo, debemos ser conscientes de que todos los procesos de cambio (y más cuando estos se engloban diferentes ámbitos y todos ellos tan fundamentales como la vida personal, familiar, profesional y social, como está sucediendo ahora) son irreversibles.

El ritmo de cambio en el que llevamos inmersos desde finales del s. XVII (con la 1ª Revolución Industrial) es exponencial. Y además tiene una dimensión global, ya que afecta a aspectos personales, sociales, empresariales… y por ello también culturales. La revolución tecnológica, la globalización, la aparición de movimientos sociales que han llevado a cabo transformaciones incluso en sistemas políticos a nivel nacional e internacional (primavera árabe, movimiento feminista, ecologismo…) son sólo algunos de los ejemplos que nos podemos encontrar, y todo ello en los últimos 70 años

Desde hace algún tiempo, en las organizaciones y las sociedades estábamos inmersos en un proceso de cambio qué vislumbraba la posibilidad de realizar un salto cualitativo, de generar un punto de inflexión a medio plazo. Sólo mencionar hitos como, la segunda revolución tecnológica, la globalización, o la aparición de movimientos sociales que han llevado a cabo transformaciones incluso en sistemas políticos a nivel nacional e internacional (primavera árabe, movimiento feminista, ecologismo…)

Ahora bien, la pandemia del COVID-19 ha precipitado y ha hecho eclosionar todo este proceso. Y (nos) está afectando a diferentes niveles:

  1. a nivel personal ha precipitado la conciencia de la necesidad de conectar de nuevo con lo esencial y lo importante en nuestra vida: la familia, amistades, disfrutar de tiempo de calidad…
  2. a nivel social hemos descubierto nuestras necesidades, fortalezas y debilidades como sociedad, algunas que ya habíamos dado por supuestas y asumido como parte de esta nueva era , y otras qué podíamos imaginar, pero hasta ahora no habíamos dimensionado adecuadamente: el cuidado de nuestros mayores, la salud como un derecho universal de cuyo cumplimiento somos todos y todas corresponsables son sólo algunos de los ejemplos.
  3. a nivel empresarial nos hemos visto obligados afrontar realidades que venían apareciendo de forma larvada pero que ahora se han manifestado claramente: conciliación, teletrabajo, tecnologías, … son temas que han salido a primera línea.

Si nos centramos en este último, podemos ver que esta situación ha dado también la oportunidad a las personas y a los equipos a trabajar de manera diferentes, con mayor autonomía, dando mayor participación a las personas, mostrando interés por la dimensión humana de las personas. Ha sido necesario reorganizarse, redefinir procesos y procedimientos de trabajo, revisar planes estratégicos

Y todo en un tiempo récord para poder ajustarnos a la realidad que nos ha sobrevenido.

Por eso cuando volvamos a esto que dan en llamar la nueva normalidad no va a ser posible volver, simplemente cerrar el paréntesis que han supuesto y están suponiendo estos meses y volver a lo anterior.

Va a ser necesario adaptar nuestra forma de trabajar (por mencionar uno de los aspectos más destacados, teletrabajo es una realidad ampliamente implantada e incluso ya legislada) nuestra forma de pensar y nuestra forma de sentirnos equipo y empresa, y de actuar como tal. Y por eso necesariamente ha de cambiar nuestra forma de gestionar, dirigir y liderar estos equipos.

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Acerca de Yolanda González

Licenciada en Psicología , y Máster en Recursos Humanos. Más de 20 años trabajando en proyectos de formación y consultoría de Recursos Humanos. Colaboro con diferentes Organizaciones en el diseño e impartición de acciones formativas relacionadas con el desarrollo de habilidades personales y directivas, así como en sistemas de gestión de Recursos Humanos. También como profesora de Máster de Recursos Humanos en Escuelas de Negocios Además he desarrollado diferentes proyectos de Consultoría: diseño e implantación de sistemas de gestión de Recursos Humanos, Planes de Reestructuración de Plantillas, Estudios de Clima laboral, Análisis, descripción y valoración de puestos de trabajo, Talleres estratégicos y de Solución de Conflictos, Planes de carrera…

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