El Arte de Hablar en Público: ORATORIA

Winston Churchill dijo en una ocasión: “Si se me permite hablar sólo diez minutos, necesito una semana para prepararme. Si puedo hablar una hora, necesito dos días. Pero si mi tiempo es ilimitado, entonces puedo comenzar a hablar ahora mismo”.

Decía Platón que oratoria es, “ganarse la voluntad humana a través de la palabra”.

Para Aristóteles, “La capacidad de, llegado el caso, elegir según las circunstancias el método más adecuado con el fin de convencer al contrario”.

El arte de convencer a los demás, utilizando las palabras adecuadas, un discurso convenientemente estructurado y la entonación y acentuación oportunas, es algo que se puede aprender. Lo que en muchos oradores parece facilidad de palabra es casi siempre fruto de largos años de práctica.

¿Pero que caracteriza a un buen orador/a?

Además de conocer bien la materia que trata, debe haberse preparado concienzudamente:

  • Habla de asuntos que conoce.
  • Ha considerado previamente los posibles argumentos en su contra y las preguntas que puedan surgir.
  • Domina el tema en cuestión.
  • Conoce al público que tendrá, o sabrá cómo hacerse rápidamente con él.
  • Sabe a dónde quiere ir a parar, y tiene planificado el desarrollo de su actuación.
  • Ha estructurado su discurso de forma óptima.

Por supuesto debe saber expresarse, para ello:

  • Dispone de un amplio vocabulario.
  • Utiliza palabras en otro idioma y de tipo técnico, sólo cuando sean comprensibles y necesarias.
  • Recurre a un vocabulario específico únicamente si guarda relación con el ramo al que pertenece el público, o si puede contar con que el público posee determinados conocimientos previos.
  • Se muestra estilísticamente seguro.
  • Recurre a refranes y dichos en el momento adecuado, citando el autor de la cita.

Un/a buena orador/a debe saber convencer y se muestra seguro cuando:

  • Se muestra interesado por la materia que trata, despertando así el interés en el auditorio.
  • Sabe motivar y atraer hacia su causa a quién o quiénes le escuchan.

Conoce y aprovecha los medios técnicos auxiliares que tiene a su alcance, ya que con ellos:

  • Tiene un importante apoyo para la memoria.
  • Ahorra tiempo, a la vez que muestra de forma clara y gráfica estructuras complicadas.
  • Incrementa la credibilidad.
  • Subraya que está bien informado y preparado.

¡El objetivo primero y fundamental de todo buen orador es ser comprendido!

Esto, aunque pueda parecer una obviedad, es más difícil de lo que parece. ¿Cómo hacerse entender? ¿Cómo conseguir que el auditorio siga los razonamientos, en ocasiones complejos, que el orador quiere exponer ante un auditorio, más si se trata de un discurso amplio? ¿Cómo conseguir que el auditorio haga suyos los razonamientos que exponemos?

Para conseguir todo esto, es necesario:

  • Expresarse con claridad y precisión.
  • Estructurar de manera coherente nuestra intervención.
  • Hacerlo con un estilo fluido, y pronunciar de manera correcta y clara.

¿Cómo se prepara el discurso?

En primer lugar, se debe considerar que las presentaciones o exposiciones orales pretenden obtener una rentabilidad académica. Como comunicación oral, es conveniente atender las características que la distinguen de las comunicaciones escritas y, por encima de todo, la utilidad y eficacia de la información que se transmite a los receptores.

En general, las presentaciones orales transmiten los resultados de un trabajo de campo. La información que se transmite forma parte del contenido de una materia. En un sentido o en otro siempre se debe organizar la exposición atendiendo al público al que va dirigido, porque pueden determinar y hasta modificar los contenidos y la forma de la exposición. Por eso es importante que el emisor prepare a conciencia los preliminares de cualquier comunicación oral.

Además, una de las reglas básicas de la comunicación oral recomienda DECIR en vez de LEER. Por tanto, es mejor evitar leer en voz alta el escrito, aunque se haya escrito pensando en leerlo.

La estructura básica de una presentación tiene que ceñirse a los siguientes puntos:

  1. Decir lo que se dirá.          >>> INTRODUCCIÓN
  2. Decirlo.                               >>> DESARROLLO
  3. Decir lo que se ha dicho. >>> CONCLUSIONES

Todas las preguntas que aparecen a continuación responden a la voluntad de facilitar la organización y preparación de una presentación o exposición oral. Además del contexto, se presentan otras preguntas asociadas al TIEMPO, ESPACIO, CONTENIDO Y SOPORTES.

 

Preliminares

  1. ¿Está prevista alguna presentación formal antes de empezar la exposición?
  2. ¿Qué interés puede despertar la presentación? ¿Puedo despertarlo de alguna manera?
  3. ¿Qué finalidad se persigue? ¿convencer, entretener, informar, argumentar, criticar?
  4. ¿Hay algo original o singular que se pueda destacar en la presentación?
  5. ¿Con que ejemplos, anécdotas, experiencias, etc… se podría ilustrar el contenido?
  6. ¿Es conveniente formular preguntas al auditorio?
  7. ¿En qué orden conviene presentar la información?
  8. ¿Está previsto abrir un turno de palabras finalizada la exposición?
  9. ¿Hay algo que se pueda hacer para invitar a hacer preguntas después de la exposición?
  10. ¿Hay otras personas que tengan que hablar antes o después?

Tiempo

  1. ¿Cuánto tiempo se ha destinado a la exposición?
  2. ¿Cuánto tiempo se necesita para transmitir la información que se tiene preparada?
  3. ¿Cuánto rato se debería dedicar a cada una de las partes en relación al tiempo dedicado a la exposición?
  4. ¿Qué momentos de relajación pueden introducirse en el discurso? ¿Mediante algún ejemplo, anécdota o alguna experiencia personal?

Espacio

  1. ¿Cómo será el espacio donde se realizará el discurso?
  2. ¿Se puede reorganizar la distribución espacial de la sala?
  3. ¿Está previsto que el orador pueda moverse por el espacio? ¿Cómo se puede favorecer o evitar los movimientos del orador?
  4. ¿Se dispondrá de algún soporte: pizarra, retroproyector, diapositivas?

Contenido

  1. ¿Qué información se debe transmitir? ¿Puedo obviar alguna? ¿Hay alguna muy relevante?
  2. ¿Qué ideas (tres o pocas más) interesa destacar?
  3. ¿Qué ideas básicas tienen que extraer los receptores de la presentación?

Soportes

  1. ¿Es imprescindible repartir fotocopias?
  2. ¿Vamos a crear un power point? ¿Con qué información?
  3. ¿Nos ayudan y apoyan en nuestro discurso?

 

Ahora que ya tienes una idea (y muchos tips) para trabajar en tu oratoria, sólo queda ponerte manos a la obra, es un trabajo constante de práctica y mejora de tus habilidades y de encontrar una forma de comunicarte con eficacia.

Aunque puede parecer mucho, poco a poco encontrarás tu propio ritmo y tu personalidad como orador/a de forma natural.

Compártelo!

Acerca de Antonio Alcalde

Actor, dramaturgo, y director teatral; profesor de comunicación y facilitador de teatro y gestalt, comunicación interpersonal, oratoria y crecimiento personal. Usando el teatro como base pedagógica, desarrolla una metodología esencialmente práctica, que se puede aplicar a todos aquellos aspectos de la comunicación interpersonal. Trabajando para empresas, particulares e instituciones como Ajuntament de Barcelona (Institut Municipal de serveis socials, Barcelona Activa), Generalitat de Catalunya, Servei Català de la Salut, Rosa Sensat.

Un comentario

  1. Es una habilidad con la que se nace o se hace? Todo un arte si ! Por suerte, si no naces con ella existen artículos como este que nos ayudan a completarnos como profesionales. Gracias por compartir y ayudarnos a mejorar ! 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *