A menudo puedo ver como personas cercanas cuentan que su empresa les obliga a hacer un Curso de Formación, con cara de «me roban el tiempo contra mi voluntad».
Es ahí cuando, como profesional educativa te bloqueas y dices: ¿cómo puede ser que la educación en vez de ser vista como un beneficio que no todos tienen el privilegio de acceder, sea percibida como negativa?… Pues fácil.
Para empezar son + que – los trabajadores que han experimentado una vida estudiantil, denominémosla, “Sin Sentido“, y esto añadido a los “Anticuados Métodos de Implantación Formativa” (dignos de hacer cuesta arriba la visión de cualquiera que no tenga costumbre con el mundo “lectura“), aparecen todas las respuestas.
Es necesario entender/tener presente que la perspectiva del trabajador ya tenderá a estar asociada a la sensación de pérdida por el peso de dichos factores, y si la empresa no presta atención a estos detalles, el efecto de mantener esta Postura Ciega pasaría a convertirse en el lastre de todo un equipo. Pues, aprender es lo que mueve el mecanismo de tu crecimiento, sin compartir este sentido no hay voluntad, y sin voluntad, aportación al grupo.
Por tanto, el contexto demanda Nuevas Formas Autónomas para Formar al Personal donde: no alterar costes, romper el concepto libro, conocimiento enganchante y de uso familiar, den lugar a un Aprendizaje Consciente.
Se me ocurren giros de peso que darían lugar a logros importantes, pero, eso queda bajo secreto profesional.
Gracias Guillermo.
Muy bueno!