De nuevo nos vemos, mucho antes de lo que podíamos prever, inmersos en otra crisis que afecta, además de a la salud, a nuestra economía, cuando apenas habíamos empezado a despegar. Muchas personas tienen por delante el reto de construir un presente y futuro laboral nuevo, ya sea a través del emprendimiento o bien con la búsqueda de un puesto de trabajo por cuenta ajena. Muchos de nosotros tenemos ya la experiencia en comenzar de nuevo y en algunos momentos puede abrumarnos, pero también hemos aprendido que se puede volver a conseguir tantas veces como haga falta.
Después de la primera impresión causada por este jarro de agua fría, no queda otra que activarse, calentar motores y ponerse en marcha para conseguir ese trabajo que necesitamos. Antes de dar palos de ciego poco eficaces, conviene que analicemos nuestras metas, las potenciales demandas de nuestro entorno, estrategias, plan de trabajo y sobre todo nuestro producto, en este caso nosotros mismos.
Hay algo más que podemos hacer para empezar; crearnos un entorno que favorezca nuestra actividad de búsqueda de trabajo. Durante estos días, los medios y las redes están saturados de críticas, juicios y opiniones que no aportan soluciones y sí que afectan a las actitudes y emociones de una forma negativa. Afortunadamente, también nos encontramos con iniciativas empresariales y personales maravillosas, que nos infunden ganas y fuerza para trabajar por nuestro futuro. Ambas corrientes afectan a nuestras actitudes, y desde luego, yo prefiero quedarme con los segundos, que aportan acción, ejemplo, utilidad a la sociedad, energía positiva, empuje y esperanza en el futuro. La creatividad es contagiosa.
Resulta fácil juzgar y opinar sobre el comportamiento de otros. Sin embargo, ignoramos determinada información sobre nosotros mismos, justificamos nuestro propio comportamiento, incurrimos en contradicciones y hacemos lo que haga falta para mantener a salvo nuestra autoestima y autoconcepto. Las personas nos auto engañamos si es necesario, para creernos esa versión de nosotros mismos que nos hace sentir bien. Esta versión puede coincidir más o menos con lo que realmente somos, pero nunca coincide al cien por cien. Si se aleja mucho de la realidad, tenemos un problema y será un obstáculo para encontrar un nuevo trabajo. Cuanto mejor nos conozcamos, más posibilidades tendremos de crecer profesionalmente.
Cuando nos enfrentamos a la búsqueda de un cambio laboral, ya sea por necesidad o por propia elección, es imprescindible que investiguemos y conozcamos esa versión más real de lo que somos, de lo que ven los demás en nosotros. Esa foto, nos ayudará a identificar qué aspectos debemos trabajar para mejorar. Pero no sólo eso. Muchas veces tenemos cualidades y valores que no estamos sabiendo transmitir. Mi padre solía decir que no basta ser bueno, también hay que parecerlo. Y con esto no me refiero a fingir lo que no somos, sino a mostrar aquello bueno que somos.
Un primer paso al plantearnos ese cambio es identificar nuestras motivaciones e intereses, cuanto mayor sea la motivación, mayor empeño y esmero pondremos y más disfrutaremos. Identificar la motivación nos ayuda a definir la meta. No es momento de ponerse límites, cuando identifiquemos la meta podremos estudiar qué requisitos hacen falta y qué pasos vamos a dar para acercarnos a esa meta. Y si hay obstáculos insalvables, tendremos que ser flexibles para encontrar alternativas que nos satisfagan. Podemos movernos por diferentes razones. Por ejemplo, podemos perseguir un resultado (material, familiar, económico, prestigio, etc.), aunque para ello tengamos que desempeñar tareas que nos resulten duras y pesadas. O podemos estar motivados por el desarrollo de la tarea en sí, disfrutamos al realizarla, perdemos la noción del tiempo y éste pasa deprisa mientras la ejecutamos.
El siguiente paso será conocer nuestras capacidades, habilidades, valores, actitudes y competencias. Esto no es una tarea fácil, porque hay cosas que no queremos ver y nos costará mucho aceptarlas. Para conseguir esta foto, tendremos que hacer introspección, pero también preguntar a otras personas que nos rodean, especialmente con algún compañero o antiguo jefe de trabajo. Elaboraremos un guion con las preguntas y la forma en que lo plantearemos. Esto es delicado porque se trata de conseguir respuestas sinceras que nos ayuden, y puede que ellos no se atrevan a dar su opinión cuando sea negativa acerca de algún aspecto. Por eso es importante el cómo lo planteemos y que demos la oportunidad a los otros de aportar aspectos positivos a destacar y potenciar y aspectos a mejorar.
Ahora que nos conocemos un poco y tenemos nuestra foto, definamos qué competencias y actitudes necesitamos para desarrollar de forma brillante el puesto que deseamos ocupar. Si comparamos nuestra foto y el perfil que se busca, podemos encontrar nuestras áreas de mejora, nuestros puntos fuertes y débiles para ese puesto. Podemos encontrar información en internet, preguntar a personas que conozcan bien estos puestos, participar en talleres de búsqueda de empleo, o trabajar con un profesional del desarrollo personal. Tengamos en cuenta que algunos puestos evolucionan en el tiempo y las tareas y competencias que se requerían hace diez años pueden estar obsoletas, la imagen empresarial, los clientes, los valores, motivaciones y prioridades no son los mismos para las diferentes generaciones de personas, etc. Tendremos que analizar qué conocimientos necesitamos incorporar.
Una vez que tengamos bien definido lo que buscamos y lo que ofrecemos, tendremos que diseñar cómo vamos a comunicarlo. Esto es importante, muchos candidatos son buenos realizando su trabajo, pero no saben transmitir a los seleccionadores o contratadores de qué son capaces. En primer lugar, necesitamos elaborar una buena tarjeta de presentación como es el CV. En Internet podemos encontrar plantillas para presentar adecuadamente nuestro historial profesional. Hay que cuidar el contenido y la forma, es una pena perder oportunidades por enviar un CV descuidado que ofrece una mala imagen y causa una impresión negativa en quien lo recibe.
Para conocer y mejorar nuestra comunicación, es muy útil grabarnos vídeos y analizarlos poniéndonos en el lugar de quien tiene que contratarnos. Si detectamos los puntos fuertes y débiles podemos plantearnos un plan de mejora. Parece mentira, pero sigo entrevistando a personas que trabajan de cara al cliente que no cuidan detalles tan básicos como la higiene personal y se presentan a una entrevista con un pelo sucio y/o despeinado, la dentadura sucia, olor a sudor, vestimenta inadecuada. Esto es inaceptable. Estas normas valen tanto para entrevistas presenciales como por videoconferencia, son entrevistas de selección igualmente.
Una vez que sabemos de verdad lo que estamos ofreciendo, podemos empezar con nuestra búsqueda, que tendrá que ser constante y perseverante, creativa y activa. No será fácil, pero habremos aumentado nuestras posibilidades para encontrar opciones que merezcan la pena.
Para mí será un placer continuar acompañando esta búsqueda en futuros artículos y atender vuestros comentarios y aportaciones que puedan ayudar a nuestros lectores.
Me ha encantado, gracias por los posts tan bien diseñados, y en definitiva enhorabuena por el blog. Gracias a artículos como los vuestros nos ayudan a mejorar nuestras habilidades y aptitudes para cv
Gracias, Karem, por tu comentario, me satisface mucho sentir que mi aportación te ha sido útil, espero que consigas tus metas. Saludos,