Kota Mizuishi y su Amor Profundo por la Arquitectura

Quizás algunos ya conozcáis la historia de Kota Mizuishi, quien construyó algunas de las mejores casas de Tokio. Un pequeño ejemplo es la sorprendente casa triangular que ocupa solo 55 mt2 (la que se ve a pie de página). Por fuera se ve estrecha, pero sus interiores son espaciosos gracias a las enormes ventanas y ahorrar espacios, no hay puertas interiores, siendo las divisiones tan perfectas y eficaces que no se siente ninguna molestia o incomodidad.

La historia no va sobre esta casa, sino que Kota se hizo famoso por su dedicación al proceso y a su empeño constante de aprender cada día.

Un día, después de llevar más de 30 años construyendo casas para otras personas, se cansó. Quería viajar, pasar tiempo con su mujer y sus nietos. Se dirigió a su jefe y le dijo que abandonaría su trabajo en 2 semanas.

Su jefe le dijo:»Kota estamos endeudados contigo por el magnífico trabajo que has hecho para nuestra compañía y estamos muy agradecidos. Sin embargo, tenemos un último favor que pedirte ¿Podrías por favor construir una última casa? Es una casa muy importante para un cliente muy importante y este proyecto necesita de tu toque especial y mágico. Kota se sintió mal, frustrado. Tendría que cancelar 2 viajes y posponer su decisión. Le dijo a su jefe que le contestaría a la mañana siguiente. Lo habló con su esposa y accedió a la petición de construir esa última casa. Pero le dijo a su jefe: ¡Esta es la última de todas!

Aunque Kota dijo que sí a construir esta última casa, su corazón no estaba del todo comprometido. Él siempre estaba muy involucrado en los procesos de construcción, seleccionando los mejores materiales, cuidando hasta el último detalle.

Esta casa era diferente.

La veía más como una obligación que como una oportunidad.

Delegó parte del trabajo y algunas cosas no salieron bien. La casa sería correcta a medida que la construcción avanzaba pero carecía de este toque tan especial que impregnaban todas las casas que Kota construía y por lo que lo habían hecho famoso.

Kota sabía que este trabajo no era de sus mejores y lo que más pensaba era quitárselo de encima cuanto antes, para comenzar su nueva vida, más atractiva e importante que el momento presente.
Tras cuatro meses, Kota terminó la casa.

Fue a su jefe y le dijo: He hecho lo que me pediste.

Su jefe le contesto: «¡Gracias Kota! Solo tenemos una última cosa»

En ese momento Kota se estaba enfureciendo por dentro porque pensaba que le pedirían que construyese otra casa.
Entonces, su jefe sacó de su mesa una cajita negra con un lazo rojo atado alrededor. Le dio la caja y le dijo: » Estamos muy agradecidos contigo, Kota. acepta este regalo como muestra de nuestro aprecio.»

Kota abrió el paquete y descubrió un reluciente juego de llaves. Su jefe sonrió y le dijo: «La casa es tuya. ¡Te la mereces!»
En ese momento, a Kota se le cayó el corazón a los pies. Sin saberlo, todo este tiempo había estado construyendo su casa. Si hubiera sabido que esta casa era para él, habría puesto mucho mas cariño y dedicación. Habría usado lo mejor de lo mejor en materiales y toda su atención en los detalles, como siempre habría hecho.

Ahora era demasiado tarde.

«La única cosa importante hoy o cualquier otro día es en quien te conviertes en el proceso».

Cualquiera de nosotros está construyendo su propia casa. A veces te parecerá que estás construyendo para tu colegio, tu familia, tu empresa o tu equipo, tus amigos, pero en realidad siempre estas construyendo tu casa. Y hay que construirla sabiamente, no sólo para ti sino para todos los que te rodean.

Espero que os haya gustado esta historia.

Por cierto, a mi tirando para la terriña, la casa de 55mts algo de similitud con horreo gallego tiene ¿no? feliz día

Es del libro Chop Wood Carry Water de Joshua Mecalf. How to fall in Love with the Process of Becoming Great.

Compártelo!

Acerca de Jacobo Fernández Nogueira

Jacobo Fernández Nogueira es autor de las novelas El pintor del destino y Mar de pasión: los últimos marineros

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *