Ni el Duro Diamante, ni Goetitas. Hay Algo Mucho Más Poderoso,

Quizás te estés preguntando ¿qué es la goetita?
Es el material más fuerte del mundo.
Son los dientes de las lapas, de sólo un milímetro de longitud, pero capaces de raspar la dura superficie de las rocas.
Sin embargo, existe algo mucho más sencillo y complejo a la vez, más poderoso.
Cambió la forma de relacionarnos.
Expandió el pensamiento, la reflexión.
Estimuló la imaginación, la fantasía, la creatividad…
Nos descubrió mil mundos soñados por otros, mil formas de vivir fuera de la propia vida.
Te generan una empatía para ser más abierto, más tolerante…
Son tan poderosos que tienen capacidades para adaptarse a diferentes momentos del desarrollo, cultura, edad, situación y puntos de vista de acuerdo a la capacidad de comprensión, necesidades e intereses.
Soy un novato escritor, sólo he escrito dos novelas pero esta fuerza tan poderosa me ha atraído, sin poder dejar mi empeño en saber más, en conocerlos todos, en aprender sobre la fuerza de los cuentos.
«Los cuentos sirven para dormir a los niños….. y despertar a los mayores»
Ya en Egipto a las Bibliotecas se las llamaba » El tesoro de los remedios del alma». En ellas, decían, se curaban de ignorancia, la más peligrosa de todas las enfermedades, y el origen de todas las demás.
Era el año 1794 cuando un niño de nueve años se sometió a una intervención quirúrgica para que le extirparan un tumor. Todavía no se habían descubierto los antibióticos, ni tampoco había anestesias químicas para controlar el dolor. Todo lo que se podía ofrecer al niño era un cuento para ayudar a distraer su atención, le narraron una historia tan fascinante que cuando terminó la operación juró no haber sentido ningún tipo de molestia.
¿Puede ser un relato tan poderoso? Para ese niño lo fue. Dieciocho años más tarde le entregó al editor uno de sus propios cuentos. Ese muchacho se llamaba como yo: Jacob Grimm y su historia se titulaba Blancanieves. Al cabo de pocos años llego a ser el autor de cuentos de hadas más famoso del mundo.
Un cuento o una historia es muy poderosa, los personajes, las situaciones e intriga, satisfacen nuestra necesidad lúdica de evasión de la realidad, te entretiene, te divierte. Te transmiten una enseñanza moral, pues la verdad ética entra en nuestra conciencia más fácilmente acompañada de una sencilla historia. Trascienden la mente lógica y tocan el alma, a través de valores universales que llegan al corazón. Ayudan a esa función terapéutica cuando un día ante un problema, en una decisión complicada, un cuento surgirá desde el inconsciente transmitiendo una solución a nuestro problema. Son tan poderosos que favorecen la adquisición del lenguaje, despiertan curiosidad y desarrollan confianza en las cualidades propias, autoestima y automotivación. Ponerse metas, ser persistente, con esfuerzo y constancia son valores que abundan en los cuentos.
Algunos ayudan a desarrollar el optimismo pues al final siempre acaban bien.
Cuando se lee un cuento a un niño, centra su atención, se siente importante y querido. Le ayuda a tener mayor confianza en el mundo que le rodea.
Desarrollan empatía, las emociones de los demás resuenan en nosotros.
Se aprenden valores de cooperación, mensajes educativos y valores morales importantes.
La lectura es una de las actividades más asequibles para mantener una buena salud cerebral, funciones cognitivas como la percepción, la atención, la memoria o el razonamiento.
La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio.
Valores, actitudes y conducta están relacionados…
Y para no enrollarme más de lo que ya lo he hecho: ¡¡A LEER CUENTOS!! os dejo con el maravilloso corto animado The Fantastic Flying books
https://youtu.be/_Bp1AZthZeo
Los cuentos y relatos son los que nos hacen más humanos

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Acerca de Jacobo Fernández Nogueira

Jacobo Fernández Nogueira es autor de las novelas El pintor del destino y Mar de pasión: los últimos marineros

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